El amor que Lauren tiene por el arte y el diseño, así como su sensibilidad para el color, las texturas y los detalles han convertido a sus colecciones en las favoritas para muchas celebrities y para las compradoras que saben ahorrar a un lado y al otro del charco.
Nacida en Filadelfia y con formación en Bellas Artes, Lauren Moffatt dejó su trabajo como diseñadora gráfica para lanzarse de cabeza en el océano de la moda. Las colecciones para sus dos primeras temporadas las produjo desde su casa, un velero de 31 pies anclado en el río Hudson de Nueva York. Ahora trabaja desde Chelsea y está considerada una de las mejores diseñadoras independientes contemporáneas.
¿Cómo nació tu pasión por el diseño?
De joven tenía a menudo ganas de vestir cosas que no podía encontrar en las tiendas. Así que mi pasión surgió de la necesidad: para tener algo específico, tuve que hacerlo.
¿Cómo describirías tu colección primavera verano?
Fresca, colorida, y tiene todos los detalles típicos de LM: motivos pop, plisados, crochet …
¿Instinto o racionalidad?
El instinto que no es irracional.
¿Vestido, falda o pantalón?
Los tres. Depende de mi estado de ánimo.
¿Las firmas que te pones y recomiendas?
Llevo un montón de Lauren Moffatt y vintage. Si salgo un día de compras, voy directamente a las charity shops. Para los zapatos, me encanta Dieppa Restrepo.
Vendéis por internet y también en algunas tiendas, ¿verdad?
Sí, vendemos en www.laurenmoffatt.net y en tiendas especializadas de todo el mundo.
¿En que países tiene mejor acogida Lauren Moffatt?
Aparte de los EE.UU. y Canadá, también tenemos un público muy fiel en Australia y Japón. Muchos de nuestros pedidos por web se envían internacionalmente. ¡Amamos a nuestros clientes internacionales!
La música es probablemente una de tus principales fuentes de inspiración. ¿Qué bandas escuchas últimamente?
Escucho un montón a Bob Dylan. Pero algunos días tenemos a otros grupos sonando en bucle, según nuestro estado de ánimo. En este momento nuestro crush es por Tame Impala y Beach House.
¿Cómo describirías un día perfecto?
Una taza de té en la mano y el cuaderno de bocetos.
