El poeta parisino Léon-Paul Fargue dijo una vez: ”Adoro las ostras, uno tiene la impresión de besar el mar con la boca”. Este exquisito y cotizado molusco bivalvo despierta pasiones gastronómicas inquebrantables que no todos saben estimar, ya que su particular gusto requiere de cierto adiestramiento antes de saber apreciar completamente su sabor.
Credits: artículo publicado junto a Mónica Salazar en el número de invierno de 2015 de la revista Prestige del Banc Sabadell, editada en inglés y alemán.