Siempre es gratificante divisar por vez primera, desde la ventanilla del avión, el destino de un viaje largamente preparado y deseado. Pero, en ciertos lugares, esa primera panorámica adquiere una dimensión mayor, hasta convertirse en un verdadero impacto visual que maravilla a a quien lo contempla, haciendo que se pregunte si tanta belleza es posible. Esto es lo que ocurre, precisamente, al planear Malé, la capital de las Maldivas.
Credits: artículo publicado en el número 4 de a Magazine, the lifestyle magazine
Photos: Martin Falbisoner (portadilla home)