El paraguas, lujo y utilidad en una sola pieza

El paraguas, lujo y utilidad en una sola pieza

Con una historia rellena de anécdotas y grandes personalidades, este accesorio no solo brilla por su utilidad, sino también por la belleza que las grandes firmas le otorgan

1750, Londres. Jonas Hanway, conocido filántropo británico, mira por la ventana y ve que llueve a cántaros, lo que los ingleses llaman “cats and dogs”, pero el deber le reclama. De modo que sale a la calle con un objeto que hasta entonces solo era habitual en Francia: el paraguas. En pleno siglo XVIII, y a pesar de las inclemencias del tiempo en el Reino Unido, nadie se había atrevido a salir con un accesorio que incluso el mismo Hanway llamaba techo portátil. Le soltaron todo tipo de insultos, incluso le lanzaron verduras por considerar que ese utensilio, parecido al parasol usado desde el Antiguo Egipto, era únicamente aceptado para la mujer y, aun así, como símbolo de debilidad.

Burberry (Fotografía de Kirk McKoy/Los Angeles Times vía Getty Images)

Solo 40 años después, Inglaterra caía rendida a los pies del paraguas y su utilidad, al igual que el resto de países, especialmente entre la realeza y la alta burguesía, que supo ver el tándem de utilidad y sofisticación en las propuestas que llegaron de grandes firmas, trascendiendo esa idea vigente hasta entonces de que si la gente te veía empapado se demostraba que no tenías ni asistente personal ni carroza.

“Antes que firmas como Louis Vuitton, Missoni o Burberry lanzaran al estrellato sus paraguas, rígidos o plegables, firmas como Swaine, Adeney & Brigg, que todavía tiene su tienda homónima en Piccadilly, al lado de la original tienda en Marylebone que desapareció por un incendio en 1769, fueron, tal como sigue siendo hoy, las firmas escogidas por la realeza británica”, expone Christine Lawnen, profesora de diseño de producto en la prestigiosa institución Central Saint Martins en Londres.

Louis Vuitton
Louis Vuitton

En efecto, Swaine, Adeney & Brigg es todavía a día de hoy el proveedor oficial de paraguas de la Casa Real Británica, tanto en modelos de señora como de caballero, al igual que lo es Fox Umbrellas. Pero no son, en ninguno de los dos casos, accesorios exclusivos para los Windsor. El modelo Prince of Wales Malacca, que cuesta 875 libras, el equivalente a 955 euros, cuenta con un mango de dos piezas de caña Malacca con un frasco para beber atornillado. Es, por consiguiente, un paraguas de dos piezas con un mango de madera, un accesorio plateado, un dosel de nailon negro o seda tejida a mano y un marco de nervadura de 25 o 27 pulgadas (entre 63 y 68 centímetros), de alta resistencia a toda tracción.

Malacca Azul – Swaine, Adeney & Brigg

Si vemos los modelos para mujer de la misma firma, cada paraguas hecho a mano de Thomas Brigg tiene un precio alrededor de las 560 libras, unos 611 euros, y está elaborado con whangee, un tipo de bambú que al recolectarse se blanquea, se hierve y se endereza. Luego se dobla en el mango que está unido al eje. Para la boda del duque de Cambridge y Kate Middleton en 2011 se diseñaron 6 modelos distintos por si pudieran ser necesarios.

Paraguas de whangee – Swaine, Adeney & Brigg

La referencia más antigua al paraguas se halla en el mausoleo de Qin Shi Huang, en Xian, China. Junto a sus famosos guerreros de terracota puede verse un carruaje, conducido por un auriga del mismo material, que lleva un paraguas. Qin Shi Huang fue el primer rey de la China unificada desde el 247 hasta el 221 a. C.

El paraguas actual parte de los tradicionales parasoles japoneses de papel aceite, que a su vez se derivan de la tradición china y su esplendor en toda Asia. “A raíz de los intercambios comerciales que propició la Ruta de la Seda, los parasoles y los paraguas fueron siendo vistos cada vez más como esenciales, hasta llegar a Europa. Siglos más tarde, son un objeto común, pero el lujo sigue marcando la diferencia”, remarca Lawnen.

Solo tenemos que fijarnos en los modelos de Louis Vuitton y sus accesorios.  En 1996 y para conmemorar el Centenario de la línea Monogram de la firma, la diseñadora de moda Sybilla, amante de la libertad de movimientos, creo una mochila que permitiese sujetar un paraguas abierto, dejando así libres las manos. Hoy se puede encontrar en subastas o páginas web de lujo por unos 1.500 euros.

Fox, paraguas, fox umbrellas,

“El futuro del paraguas es ahora el estudio de las nuevas tecnologías. Se intentan diseñar prototipos que, mediante sistemas parecidos al bluetooth, permitan que nuestro paraguas se mantenga abierto encima de nuestra cabeza sin tener que sostener un mango. Queda mucho para llegar a ello, pero al igual que en China, en el siglo II a.C., cuando doblando los arcos y el bastón nació el primer paraguas plegable, hoy el avance es imparable… y el sector del lujo no se queda de lado. ¿Por qué no puede seguir protegiéndonos con mango y materiales sublimes aunque no lo sujetemos?”, expone Laura Audi, jefa del departamento de desarrollo de la agencia de predicción de tendencias WGSN.

En ese avance la moda femenina tiene mucho que decir. Precisamente en 1710 fue introducido en Francia un paraguas ligero y plegable comercializado para que las mujeres lo usaran. Un modelo nacido a imitación del que unos años antes mostró en público la princesa Palatina, cuyo estilo fue imitado por otras cortesanas y aristócratas. Los materiales antes del metal: madera, marfil, telas finas e incrustaciones de joyas.

Fox Umbrellas

Algunos de los ejemplos más bellos de las aplicaciones de piedras en los paraguas son los de la casa italiana Pasotti Umbrelli, que desde 1956 fabrica, de forma artesanal, paraguas de lujo con incrustaciones de cristales de Swarovski. Estos paraguas se caracterizan por la ocultación de las varillas con un mecanismo de doble tela y usan anillos de plata o de oro para guardar el paraguas cerrado. Los mangos son totalmente únicos, con formas de todo tipo. Se emplean también estampados muy especiales en las telas, haciendo así que su precio oscile alrededor de los 300 y 500 euros. Su paraguas de hombre con calavera Swarovski, apertura automática, 100% poliéster y mango con cristales también de Swarovski, cuesta 375 €.

Alina Ceusan – Paraguas Flamingo de Pasotti

A niveles de lujo y escogidos por los duques de Cambridge y Sussex, se encuentran los paraguas de la firma Fox Umbrellas, nacida en 1868. Para hombre, el modelo más demandado es el paraguas de Palisandro Real Sólido (Palosanto de Santos de Brasil), cuyo mango y bastón están hechos de una pieza continua de madera y, por lo tanto, es casi tan resistente como un bastón y se puede usar como ayuda para caminar. Su precio: 1365 libras, unos 1490 euros. Cada pieza es única ya que se parte de la madera más pura y natural. Una característica, a la que se atribuye su éxito, es la longitud del paraguas, de aproximadamente 91 cm, desde el mango hasta la virola. La cubierta o dosel está hecha con una tela repelente al agua 100% poliéster de alta calidad, que cuando se abre tiene aproximadamente 106 cm de diámetro. El paraguas viene con un estuche exterior a juego y se le puede colocar un collar de níquel, oro laminado de 9 quilates o plata con contraste en el mango por un costo adicional, que se puede grabar con hasta 3 iniciales, si el cliente lo desea.

En nuestro país, la firma HANNOVER 1998 lleva desarrollando paraguas artesanales desde 1854. “Cada paraguas que lleva nuestro sello se fabrica a medida en un taller artesanal de Milán. Son paraguas únicos y hechos para durar toda la vida. Este taller es uno de los fabricantes de paraguas más antiguos del mundo. Fue fundado en 1854 por Francesco Maglia, quien viajaba de ciudad en ciudad fabricando paraguas para empresarios y personalidades de renombre de la época. A la edad de 20 años, Maglia decidió iniciar su propia empresa en Milán, viendo un hueco en el mercado de este producto a medida que crecía la población de la ciudad. Ahora, más de 160 años después, Francesco Maglia continúa fabricando el mismo paraguas que forjó su estatus icónico de hoy”, explica Luis Bodes, al frente de una de las tiendas de lujo más grandes y espectaculares solo para hombre en Valencia. HANNOVER 1998 selecciona una colección de tejidos para los paraguas de sus clientes utilizando los mejores materiales que ofrece F. Maglia y que pueden personalizarse para darles un carácter de mayor exclusividad.

Hannover 1998
Hannover 1998

Burberry, el alma del trench, ha demostrado hace años que el paraguas tiene su papel en la pasarela de las más importantes Semanas de la Moda a nivel internacional, con Cara Delevigne al frente, mientras que firmas históricas como Missoni apuestan por “recuperar la maestría colorista de los antiguos artesanos de paraguas de hace más de 100 años, en todo nuevo modelo, ese caleidoscopio que hace a la firma única”, expone Ludovica Valestri, diseñadora de accesorios de esta histórica firma italiana.

cara delevingne, burberry
Cara Delevingne – Pasarela Burberry

El próximo 10 de febrero, el paraguas, fiel protector cuando la lluvia irrumpe, celebra su propio día. No sabemos si lloverá, pero un invento con miles de años de vida bajo su techo portátil se merece más que una reverencia. Merece que lo cuidemos como una pieza única, reconociendo el valor que se ha ganado a pulso por su historia y heritage. ¿Qué mejor regalo para San Valentín que un paraguas de lujo para siempre? Utilidad y glamur asegurados.

by Anna Tomàs 

Créditos: Magazine La Vanguardia

Share