La vida es una calle de sentido único, como decía Agatha Christie, pero en ese camino (y ahora menciono a mi amado Machado), vamos conociendo a gente, vives situaciones que se suman a tu maleta vital y vas perdiendo el miedo a ciertas experiencias. Cuando vivía en Florencia, hacía de modelo para los estudiantes de Bellas Artes… horas desnuda en posturas terribles sin casi parpadear… resultado de la vida bohemia en una ciudad carísima, aunque preciosa. Más adelante, hice de modelo para firmas y catálogos, así como para amigos fotógrafos. Precisamente uno de ellos, Ismael Llopis, de www.momo-mag.com, me hizo hace poco estas instantáneas con una Contax analógica para su web. Además de su talentazo profesional, es un sol de persona y te hace sentir cómoda frente a la cámara… saca lo mejor de ti y eso tiene un valor incalculable. Otra experiencia vital en mi baúl de recuerdos que cargo feliz cada día.