Este mes de diciembre empecé a firmar con mi nombre en la versión digital de La Vanguardia, periódico en el que llevo trabajando seis años. Adjunto aquí una versión del primero de los articulos publicados, sobre la exposición “Un Thyssen nunca visto”, que acoge el CaixaForum Barcelona.
Ocasión única en Barcelona de contemplar 63 obras maestras de la pintura, procedentes del museo Thyssen-Bornemisza, expuestas con un criterio innovador que las vuelve aún más impactantes
Hasta el próximo 5 de febrero se puede visitar en CaixaForum Barcelona la exposición “Un Thyssen nunca visto”. Una nueva colaboración de la Obra Social “La Caixa” y el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, que ha permitido viajar hasta Barcelona la mayor selección de obras que nunca han salido de sus salas.
Una muestra excepcional
Excepcional por irrepetible, porque es la primera vez que la pinacoteca madrileña autoriza un préstamo tan numeroso de sus mejores obras, 63 obras fundamentales del arte pictórico que nunca volverán juntas a la Ciudad Condal.
Excepcional también porque de esas obras, 42 no se han expuesto nunca en Barcelona o no se han podido ver en los últimos veinticinco años, y porque se organizan en un orden inédito, agrupadas por estilos pictóricos y no por el orden cronológico usual en la mayoría de museos y exposiciones.
Nunca visto así
“Un Thyssen nunca visto” porque nunca sus cuadros se han expuesto bajo este criterio. El comisario de la exposición y Director del museo Thyssen, Guillermo Solana lo explica así: “Un criterio que ofrece la ventaja de ser transversal y que permite comparar una crucifixión italiana con una flamenca, y hacer dialogar a El Greco con Chagall, a Rembrandt con Beckmann, a Canaletto con Pissarro… Obras maestras que nunca se ha visto así”.
¿Por qué es la exposición que no puedes perderte?
1. Porque nunca el Thyssen estuvo tan cerca. Barcelona no cuenta con un museo de la calidad del Thyssen, ni mucho menos con el triángulo Centro de Arte Reina Sofía-Thyssen-Prado. Es, por tanto, una ocasión de disfrutar con 63 obras maestras sin desplazarse a Madrid.
2. Porque este “pequeño Thyssen” es distinto. Las obras se presentan en un orden inédito que permite otra perspectiva. Fra Angelico convive con el Greco y Marc Chagall; Hans Memling con Tiziano y Lucian Freud; Jan Brueghel con Gustave Courbet y Emil Nolde; y Canaletto con Camille Pissarro y Wassily Kandinsky.
3. Porque no se trata de una antalogía de los pintores expuestos, sino de “una nueva lectura” de una parte fundamental de la colección Thyssen basada en cinco géneros: pintura religiosa, retrato, naturaleza muerta, paisaje y paisaje urbano. Se rompe el orden cronológico y las escuelas, se rompen esquemas y se mezclan autores, se busca que las obras dialoguen entre sí.
4. Porque ese “diálogo” entre obras permite comparaciones excepcionales. Frente a frente, La Anunciación de Veronés y La Anunciación de El Greco. La contención del italiano frente al desbordamiento expresivo del griego.
5. Porque se puede disfrutar con coincidencias irónicas. El retrato pintado por Adriaen Thomasz Key de Guillermo I, príncipe de Orange, tiene por vecino al Retrato de una joven dama con rosario, obra de Rubens. Pues bien, ¡la esposa de Guillermo fue hallada en adulterio flagrante con el padre de Rubens!
6. Porque todas las obras de la muestra son de grandes figuras, de artistas de máximo nivel. Entre ellas, cuatro de las piezas más destacadas del Thyssen: Arlequín con espejo, de Picasso; Habitación de hotel, de Hopper; Nubes de verano, de Nolde y El arroyo Brème, de Gustave Courbet que, según el comisario Solana es: “La mejor pintura del siglo XIX que hay en el museo”.
7. Porque los cuadros, como los libros, son fuente inagotable de experiencias. Tantas veces como se miren, tantos descubrimientos de nuevas facetas, impresiones, sentimientos.
8. Porque CaixaForum Barcelona ofrece a sus visitantes la posibilidad de visitas comentadas a las exposiciones temporales y el edificio modernista con el acompañamiento y guía de un educador del centro.
9. Porque, coincidiendo con las fiestas navideñas, hay espectáculos familiares, como “Por Navidad, Cuentos del Mundo” o “Concerto a tempo d’umore”, que convierten una visita cultural en una jornada para toda la familia.
10. Porque, ¿quién dice no a los pequeños placeres de la vida? Una buena comida, un vino excelente, un paseo bajo el sol, una melodía inolvidable o la contemplación de una serie de obras maestras de la pintura.
Photos: Museo Thyssen-Bornemisza