Las plantas han dejado de ser un complemento en la decoración del hogar para convertirse en un miembro más de la familia
“Me tomo muy en serio el diseño tanto de los sets de mis videoclips como de las prendas que diseño junto a varias marcas. Era una forofa del animal print pero hace ya un par de temporadas que me he pasado al urban jungle. Incluso contraté a un interiorista graduado también en paisajismo para que convirtiera todos los espacios de mi casa en una selva como la de del videoclip Roar: Queen of the Jungle”, explicaba Katy Perry al suplemento dominical de Los Angeles Daily News. La cantante, compositora y actriz californiana revisó varios de los llamados mood boards (propuestas estilísticas que se usan en el mundo de las tendencias en diseño) que le presentaron y se quedó anonadada ante un cuadro prerrafaelita de Sir John Everett Millais expuesto en la Tate Britain: Ophelia.
Precisamente en esa sala de ese museo londinense se iniciaron las conversaciones que llevaron al inicio de la campaña para lograr el Brexit. Como puede verse en el documental de HBO Brexit. The uncivil war, el diputado tory Douglas Carswell se reunía en ese lugar con el lobista Mathew Elliot pensando que allí no les iba a escuchar nadie. ¿A quien iban a interesarle pinturas en las que se refleja toda la flora de la campiña inglesa? Ahora, tras el boom del fenómeno de interiorismo Urban Jungle, las visitas virtuales a esa sala y esos cuadros se han disparado.
“El Urban Jungle es un fenómeno que va más allá del uso de las plantas. Tiene que ver con una generación que apuesta por el cuidado del medio ambiente, el consumo de productos de origen natural y la producción con control de residuos. En cuanto al criterio relacionado con las plantas, es un estilo maximalista que aboga por el exceso de vegetación”, explica Pilar Civis, directora de la revista Interiores. Para ella, hay que encontrar un justo equilibrio, de forma que “nuestro hogar sea un espacio verde, natural, pero en el que todo colabore en materia de belleza y confortabilidad, que viene de la mano de la funcionalidad del mobiliario, de la utilización adecuada de los complementos, de la estética, la ergonomía…”.
Otra perspectiva, dado que existen millones de plantas con formas, colores y texturas distintas, es la del serbio Igor Josifovic, autor del libro Urban Jungle. Living and Styling with plants, todo un bestseller nacido de su éxito en Instagram con @urbanjungleblog e incluso con la cuenta en la que nos muestra su casa @igorjosif.
Ahora ha lanzado un nuevo libro, Plant tribe, en el que dedica todo un capítulo, llamado Room-by-Room Plant Guide, a proporcionar a sus lectores una guía sobre qué plantas ubicar en cada habitación. Esta parte del libro, escrito junto a la holandesa Judith de Graaff, su pareja a la hora de moderar una comunidad mundial con más de 400.000 seguidores en Instagram, “nace de la voluntad de ayudar en la decoración de cada espacio, para crear una armonía, pero evidentemente depende de la luz de cada rincón y del espacio del que se disponga. Creo que cada habitación con luz natural se merece al menos una planta. ¡Soy de hojas verdes. Todas tienen una historia! Tengo algunas que compré a gente que se iba de viaje, y ahora son las compañeras de mi itinerario diario, pero también me gusta añadir un bouquet de flores en la mesa del comedor, por ejemplo”, explica Josifovic.
Para escribir este segundo volumen, Josifovic y de Graaff visitaron 17 casas entre USA, Brasil y Europa para mostrar a los lectores hogares de fanáticos de las plantas y la conexión que se establece entre un humano y cualquier hoja. “Hemos querido hacer visible el impacto de la flora en nuestra vida, a nivel creativo, psicológico y cognitivo”, añade. Les secunda Kira Díez, ilustradora con varias exposiciones a sus espaldas gracias al éxito de sus dibujos con ramas de olivo, macetas con cactus y, evidentemente, monsteras: “Los muros de una casa limitan el paisaje, con lo que parece que la naturaleza quede apartada. Las plantas son la posibilidad de vivir entre esa flora. No importa el espacio que tengas en una habitación, en el momento que colocas una planta, esa habitación se hace más grande, porque en tu cabeza estás visualizando la grandiosidad de un paisaje”.
Largo ha sido el debate sobre si las plantas son o no aconsejables en un dormitorio, dado que también consumen oxígeno. Sin embargo, “son ya muchos los estudios que secundan la teoría de que ayudan a mejorar el rendimiento y la concentración de las personas que cohabitan con ellas”, constata Pilar Civis. Y en caso de que sigamos con algún temor, siempre podemos elegir plantas de hojas más finas, que requieren menos O2.
Es así como las plantas han pasado a ser parte de la familia, aportando su propia agenda: florecen cuando deciden florecer y pierden las hojas cuando es el momento apropiado. Mientras nosotros intentamos organizar cada segundo de nuestro tiempo, las plantas nos instan a frenar ese impulso y disfrutar del momento.
Así lo siente Bernd Reichler el alma tras @munichjungle, otro nombre clave de este fenómeno nacido en las redes: “Estoy orgulloso de toda planta que tengo en casa, pero tengo algunas, como la philodendron white princess o su variante floriosum, así como la monstera deliciosa variegata, con hojas bicolores, que son difíciles de encontrar y que requieren muchos cuidados, es por ello que muchos las llamamos las “plantas-unicornio”. ¡Parecen de otro planeta!”.
La tendencia va al alza: Hemos pasado de pequeños cactus y suculentas a pequeños árboles en macetas, con hojas de tamaño XL, que además de filtrar mejor el aire, le dan a cualquier interior ese feeling de jungla urbana. Esta tendencia se ha visto favorecida por el uso de técnicas de micropropagación, que permiten multiplicar plantas asexualmente de forma rápida, eficiente y en grandes cantidades, remarcan Josifovic y de Graaff. “Otra gran apuesta es el diseño biofílico, una tendencia que se decanta por la sostenibilidad, pero también por la emotividad, y que habla de la conexión del ser humano con la naturaleza. En interiorismo y arquitectura se traduce en grandes ventanales que optimicen el paso de luz y permitan instalar plantas, muchas plantas, que alegren los espacios y nos reconecten con el universo natural, con el paisaje exterior”, recalca la directora de Interiores, Pilar Civis.
Así, una vez más las agencias de pronóstico de tendencias han acertado. En 2017 Pantone anunció que el color de ese año sería el Greenery, un verde con un ligero toque amarillo que busca la simbiosis humana con la naturaleza, más allá de las flores. Lauren Santo Domingo, cofundadora del showroom en Manhattan Moda Operandi, no lo podría expresar mejor: “Todo el dinero que estábamos gastando en flores me parecía un desperdicio”. Resulta mucho mejor invertir en plantas y gozar de tus propias flores en casa.
Así ha sido como el furor Urban Jungle ha pasado a hacerse de nuevo con las riendas de la arquitectura. Eduardo Ramírez, paisajista y arquitecto en Guadalajara, México, explica este retorno de un éxito de finales de los años sesenta, o incluso antes. “No podemos olvidar la propuesta Jardin-Solarium de Le Corbusier, con su afán por recuperar la superficie verde ocupada por el edificio. Luego, el movimiento LandArt logró ampliar el vínculo formal entre el arte y la naturaleza, llevándolo a todas las formas del arte y el diseño”. Vendrían creaciones como el Edificio Planeta en Barcelona, de los arquitectos Josep María Fargas y Enric Tous, con sus fachadas ajardinadas y, más recientemente, las dos torres que configuran el Bosco Verticale en el barrio Isola de Milán.
De las grandes superficies a boutiques y restaurantes, como el Amazónico de Madrid, que sumerge al comensal en un paisaje tropical; el Indochine Ly Leap en Barcelona, que lo hace viajar a un jardín de orquídeas en el sudeste asiático; o el nuevo lanzamiento de los organizadores de eventos de lujo La puta suegra, el espacio Santa Rita, que abrirá pronto sus puertas y cuenta con el liderazgo del chef Nandu Jubany en el municipio de Viladrau. “Santa Rita es un rincón con carácter y esencia, confortable, íntimo, rodeado de castaños y abetos y situado en pleno corazón del Montseny. La simplicidad y la sencillez marcan el camino de este proyecto. Se trata de un espacio para disfrutar, celebrar, desconectar, relajarse y por supuesto, ¡Comer bien! Porque los santos perdonan la gula, y más en plena naturaleza y rodeados de su magnífica flora”, anuncia Jubany.
Para quienes deseen empezar a dar rienda suelta a este nuevo estilo de decoración, además de Instagram, Pinterest y las revistas de decoración, nada como el nuevo reality de Netflix, La gran batalla floral. Sin duda, las plantas son la nueva terapia verde para la vida urbana.
by Anna Tomàs