La capital croata es el nuevo diamante en bruto de la Europa Central. Con un inconfundible toque mediterráneo, combina la historia y el encanto del pasado con la modernidad del presente. Apasionada por la cultura y la vida cotidiana, impactante en la gastronomía. Una escapada de las que dejan huella.
Credits: artículo publicado en Viajar, suplemento mensual de La Vanguardia